UN VIEJO AMOR…
“Me entristece saber que ya no formo parte de tu vida y aunque la armonía y la belleza siguen donde tu estás, ya no me dejas entrar a tu jardín interior.
Así se expresaba la famosa cantante después de veinte años de haberse separado de su marido.
El éxito meteórico de sus canciones la convirtieron en ídolo musical y esa voluble fama le impidió valorar el amor de su primer esposo y siguiendo la moda de las artistas norteamericanas se dedicó a coleccionar maridos y después de haber tenido cinco divorcios se dio cuenta que ningún hombre superaba a su amor juvenil:
Era un hombre tan especial que de un pétalo hacía surgir una rosa y de un detalle hacía un poema y aunque no te regalara el cielo te hacía sentir en él.
Tarde se dio cuenta la artista, que un primer amor deja huellas y cicatrices y como decía en la canción Tito Schipa: “Un viejo amor de nuestra alma si se aleja, pero nunca dice adios”. Ya el ayer se había marchado y tenía que conformarse con los recuerdos evocados en canciones para recordar.
Su nostálgico despecho le hacía decir: En mis noches solitarias aúllan los lobos
hambrientos y medrosa se estremece mi alma sin tener un amor en quien refugiarse. En su edad madura la artista sentía que le hacía falta la compañía de ese hombre que aún amaba y con tristeza recordada esa canción que él le había dedicado en su noviazgo:
“Te ví cultivando rosas un día primaveral
y tus manos primorosas confundíanse con las rosas al cultivar el rosal.”
Ahora cuando ella le propuso que volvieran a estar juntos, él le
Respondió con los versos de esa canción:
“Te quise y tu prometiste mi cariño compensar;
la promesa no cumpliste y al verme tan solo y triste
cumplí el deber de olvidar.” (*)
Ya el rosal se ha secado Y en mi jardín interior
Solo hay maleza y hojas secas.
Y aunque volviera a sembrar un rosal
Ya no hay agua para regarlo.
(*) Tema musical interpretado por Sarita Herrera
Letra: León Zafir / Compositor: Carlos Vieco Ortiz.
Nombre: Jesús Omar Sánchez Salazar
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