sábado, 24 de mayo de 2008

el 13 de junio lanzamiento libro






INVITACIÓN


LA FUNDACIÓN
DIARIO AMANECER


INVITA


A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO


"EL PROFESOR
ESPANTAPÁJAROS"


DEL ESCRITOR


MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE


viernes 13 DE JUNIO
O6:30 PM
AUDITORIO BAN-REPÚBLICA -POPAYÁN


"una enérgica denuncia contra los depredadores de la naturaleza


“Un libro maravilloso para los niños y jóvenes de Colombia”


“Una enérgica denuncia contra los depredadores del medio ambiente”


“Un paseo por los santuarios naturales más bellos e impresionantes del país”




lunes, 5 de mayo de 2008

EL ASUNTO DE LA MEMORIA


Claves para una 'supermemoria'

revela uruguayo con Guinness record

por extrema capacidad cerebral


EL TIEMPO 04 de Mayo de 2008



Estimular el cerebro con ejercicios mentales es un buen método para mejorar la memoria.
Según Enrique Ortega Salinas, la memoria es una de las propiedades que más potencial tiene por explotar.


Este hombre es capaz de memorizar de una sola mirada un número de 320 dígitos o 52 naipes en 49 segundos, Además es capaz de extraer la raíz quincuagésima de un número de 100 cifras en solo 13 milésimas de segundo, y otros ejercicios por el estilo.


Son tres procesos importantes.

"Aprendizaje, memoria y olvido", explica el neurólogo Javier Torres Zafra. El primero es la forma de obtener nueva información, el segundo el almacenamiento y el tercero la recuperación de lo aprendido, dice este ex presidente de la Sociedad Colombiana de Neurología. Para aprender, el uruguayo recomienda "dejar de leer sin leer", es decir, lograr una real concentración en lo que se está leyendo y asociar ideas de forma que lo que se dé sea una "compenetración" con el texto."La asociación multiplica las conexiones neuronales, lo que determina que los datos ingresados al sistema queden atrapados de manera más eficaz", indica. Leyendo con atención recordamos apenas el 40 por ciento de lo leído, así que hay que estar mucho más que atentos, dice.


Para recordar, la clave está en "no fechar la memoria". Estudiar, por ejemplo, para un examen pensando en la fecha para presentarlo le da al cerebro la orden de aprender solo hasta ese día. "Cumplida la orden, la mente envía todo a la papelera de reciclaje", dice, comparando el cerebro con un computador que se puede programar. "Si se olvidaran del examen y leyeran para aprender, el recuerdo perduraría", indica.


Además, la capacidad de archivar datos varía de acuerdo con los sentidos que intervengan en el proceso. De toda la información almacenada en el cerebro un 1 por ciento ha sido registrada por el olfato, un 2 por ciento por el sentido del gusto, un 3 por ciento por el tacto, un 7 por ciento por lo que oímos y el 87 por ciento restante por lo que vemos.


Así que "lo que se visualiza se recuerda fácilmente". Por eso, uno de los métodos que Ortega usa para memorizar números consiste en elaborar un código mental con el que se reemplazan cifras por imágenes.El 1 por un auto de fórmula 1, el 2 por Dios, el 9, por nieve... Y así, los cien primeros números están representados por objetos, animales o personas con los que se pueden crear historias para encadenar un número tras otro.Tal vez las ideas que se generen sean ridículas, pero ahí radica el truco de la técnica. "Lo que es ridículo llama la atención y lo que llama la atención se recuerda", dice.


Asegura que cualquiera puede lograrlo. "Nacemos con el programa de la supermemoria en nuestro computador biológico, la clave está en averiguar cómo usarlo", dice.


Cuando la mente nos traiciona


Síndrome amnésico: es un déficit permanente de toda la memoria. No tiene otros problemas de tipo intelectual y la persona puede funcionar en otros sentidos.

Demencia: se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones mentales. Son primarias si obedecen a procesos degenerativos, o secundarias si se producen por infartos cerebrales, infecciones en el sistema nervioso central o por carencias nutricionales.

Amnesia funcional: puede ser por estrés, ansiedad, depresión y puede influir en el aprendizaje.
Amnesia global transitoria: de manera súbita una persona pierde su capacidad de retener y evocar información reciente.


Males de los que recuerdan de más


Paranepsia. La persona ve algo que le resulta conocido, pero no es porque lo haya visto; se trata de una ilusión.


Hiperanepsia. Es un exceso de recuerdos. Llegan a la mente muchas imágenes como si fueran experiencias vividas. Suele ocurrir con la hipnosis.

Enapnesia. Se manifiesta con alucinaciones del pasado. La persona vive en el pasado como si fuera el presente. Esta enfermedad se da, por ejemplo, cuando muere la pareja y la persona que queda sigue pensando que la otra continúa con vida.

Siete pasos para una mejor memoria


La asociación de ideas.
La visualización de conceptos abstractos.
La comparación.
La lectura crítica-analítica.
La utilización de códigos mentales.
El ejercicio intelectual.
Una dieta adecuada.

domingo, 4 de mayo de 2008

saber y pensar

por: Francisco Cajiao
El pensamiento de los niños necesita espacio para crecer sin barreras.

En la experiencia cotidiana es fácil encontrar gente que sabe mucho y piensa poco. Hay personas capaces de desempeñarse con eficiencia en trabajos complicados de nivel técnico o profesional, cumpliendo todas las exigencias y caprichos de sus jefes, siguiendo meticulosamente cada procedimiento preestablecido, mostrando resultados cuantificables de sus acciones y dando cuenta de cada una de sus actividades.
Pero esto no garantiza que piensen más allá de lo inmediato. Incluso, en los altos estrados de la academia pueden encontrarse profesores universitarios que recitan citas extensas en diversas lenguas, reproducen con enorme habilidad teorías complejas y dominan datos y cifras a granel, pero algo nos dice que todo eso tiene un olor a ropa prestada porque cuando actúan no parece que tanta erudición se conecte con la vida.
En contraste, a veces encontramos personas sencillas, sin títulos académicos, sin presunciones intelectuales, que nos dicen cosas muy profundas sobre la vida, sobre el destino humano, sobre el acontecer público. Es verdad que no usan palabras complicadas, pero muestran largas horas de diálogo silencioso consigo mismos y con su entorno.
Digamos que son los que piensan mucho aunque no sepan tanto. Ya decía san Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, que "no el mucho saber harta y satisface el ánima sino el gustar las cosas internamente".Cabe preguntar si el sistema educativo les da a nuestros niños y jóvenes el espacio y la inclinación para pensar, de manera que hagan de su vida un proyecto propio y encuentren razones para sentirse parte activa de una sociedad de la cual son corresponsables. La respuesta no es sencilla, pues tampoco es fácil precisar qué es pensar.
Algunos caen en la tentación de reducir el pensamiento a unas cuantas operaciones mentales verificables. Pero el pensamiento profundo se resiste al encasillamiento: puede surgir de repente cuando estamos en situaciones límite, tal vez mientras tomamos el sol en una playa o mientras vemos una telenovela. Para algunos, requiere el silencio y el aislamiento, mientras a otros los asalta en medio del bullicio y la multitud.
Tal vez una melodía especial o una obra de arte desencadenan una catarata imparable de reflexiones. A lo mejor una caricia o un abandono. Einstein, en su autobiografía, cuenta que su primera intuición sobre la relatividad surgió a los ocho o nueve años mientras montaba un caballito de palo e imaginaba qué sucedería si fuera un rayo de luz: en la escuela pasaba como un niño totalmente insuficiente.
Lo que es claro es que el conocimiento universal, el progreso científico, la creación artística y la reflexión filosófica surgen de personas que piensan mucho sobre aquello que saben y llegan a cosas nuevas que naturalmente no sabían ni tenían dónde aprender. Por estos días en que se realiza la Feria del Libro, surge la asociación con el pensamiento humano, que se condensa en millones de páginas que intentan atrapar ideas para hacerlas públicas, para convertirlas en patrimonio común.
Pero sería fantástico saber cómo fue producido cada libro, cómo fue el proceso de pensamiento del autor, cuánto sufrió para encontrar palabras para su ensoñación o para su obsesión.
Lo que sí podemos constatar es que allí, en la Feria, hay pensamiento poético, gráfico, histórico, matemático, filosófico, novelístico, religioso, culinario... y muchos pensamientos insulsos. Pero aun en la frecuente basura literaria se puede leer la necesidad de hacer públicos los soliloquios de seres humanos que más allá de repetir lo que otros han dicho se arriesgan a pensar por su propia cuenta, dejando en palabras un pequeño rastro de su paso por la vida.
Es claro que queremos que todos nuestros niños y niñas puedan saber muchas cosas, pero todavía más importante es encontrar maneras para que todos sus pensamientos encuentren espacio para crecer y fluir sin barreras, sin límites, sin clasificaciones y, sobre todo, sin tantas calificaciones.