ELLA SE LLAMA AMOR
Por allá en 1969, en un orfelinato, una mujer de más de 50 años, había tenido 5 hijos, 3 hombres y 2 mujeres, más vale bajita pero gruesa y madre cabeza de familia como diríamos hoy, su profesión era ser tendera, necesitaba lo que en ese tiempo era la usanza, una niña que la ayudara en los que aceres de la casa, a cambio ofrecía alimentación cobijo y abrigo.
Era un poco de mal genio, una mujer brava, pero de verdad, la bravura era una coraza, la vida la había obligado a blindarse atrás de su mal genio, porque les aseguro que su corazón se derrite como el azúcar, es cierto que su carácter severo era por la templanza, porque su palabra la hacía valer.
Cuando me miro a los ojos de niña desgarbada, flacucha y despeinada, decidió que a mí me tomaba, que sería buena compañera, buena para la casa, que me enseñaría a ser mujercita, porque en su tiempo, esos roles así con catalogo impreso a la misión de ser mujer tocaba.
Hizo los papeles, lleno documentos, permisos y trato hecho, del orfelinato a su casa, en ese tiempo era sencillo, sin tanto recoveco, los niños y niñas sin padre o madre que en orfelinato terminaran, con una buena intención, hogar lograban.
Camino a su casa me dijo, seré como tu mamá, pero me dirás mami, jamás lo olvide, aun que tenía 5 años, siempre lo recordaré, llegamos con una caja con 3 mechas de ropa, llevaba puesto un buzo color carmesí, mi cabello era negro como mis ojos, pero devoraban el mundo con cada mirada.
Sus hijos cuando me vieron asintieron, esperamos que le sirva en lo que necesite, pero cuando me oyeron decir mami donde es mi cama?, celos sintieron, y la verdad nada sabía.
La vida paso, aprendí a leer, escribir, sumar y multiplicar, tendera desde chica me volví, por eso será que me encantan los negocios y la economía, porque desde pequeña aprendí que un peso con otro se suma y cada centavo ganado cuando es vuelto a invertir hacen crecer el negocio y la plata rendir.
Postrada en el tapete de su cama, recordaba que cuando algo le quería pedir, solía hacerlo mientras se encontraba adormilada, porque siempre así, decía SI, porque en sus cabales completos parecía tener siempre un no como respuesta, había que convencerla para sacarle un bueno.
Pero hoy la miro y la miro, veo en ella que todo es noble y bueno, porque servicial, buena vecina, excelente sentido del humor, cuenta chistes, hecha cuentos, alegra la vida de quienes le rodean es un amor.
90 primaveras han pasado en su vida, dice ya 91, le digo que no corra, nos faltan 8 meses y dice no, ya son 91, quien la convence de que no
Escucharla a ella llena de sabiduría, es un aprendizaje constante, dice que se queja de dolores porque le duelen, que nadie siente la espina si no quien la lleva por dentro, le decimos que ya está como el cóndor, dice que bueno, pero quien resiste 90 como ella, aun mercando, aun lavando, aun limpiando y cocinando, no esa generación ya paso,
ELLA SE LLAMA AMOR, porque a todos los que entramos en su vida de una u otra forma nos colma, nos llena de alimento, de valores, de carácter y fuerzas para la vida y dice que fue a la escuela hasta tercero de primaria a aprender a leer y escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir, aun lo hace muy bien, todo lo recuerda, caminando lentamente su mundo sigue andando, DIOS en ella lo puso todo, Amor, Sabiduría, Genio, Generosidad y Placer.
Luz Miryan Moncayo
Popayán
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