MI AMOR ESTA LEJOS
En una pequeña ciudad de cristal sumergida en el profundo océano del asteroide Sua -Chi habitaban: pequeños seres verdes, de cuatro ojos azules tan profundos como el mar, con orejas grandes y un corazón de plata, palpitando al ritmó de las olas, sus burbujas eran como un eco.
Vivian en castillos de hermosas rocas cubiertas por algas azules, todos eran felices, con el sonido del tic tac de un reloj mágico que nunca, pero nunca dejaba de danzar, con cada ola, con cada eco….solo existía un alma que lloraba constantemente era: la hermosa doncella Estrellita quien tenia el corazón herido, fracturado en mil pedazos por la perdida de su eterno amor Hiraku.
Estrellita era diferente a los demás: su pequeño cuerpo era de sirena, los ojos fugaces como un torbellino, tenía alas mágicas, que al agitarlas dejaba en el espacio mil luces colorinas y todo lo que tocaba se embellecía, con flores color rosa. Era la reina de este mundo mágico Sua Chi, quien se le acercaba veía, su sufrimiento: la mirada triste, pérdida y su alma muy vacía.
Un día ella decidió viajar a mil mundos, en busca de aventura a través del túnel del tiempo y buscar si había alguien, que le devolviera a su ser amado Hiraku, aunque fuera solo por un instante, para así llenar su corazón y su alma de su perfumé. Y así lo hizo, durante muchos años luz, viajo hasta la Constelación Scorpius allí encontró quien la ayudara, el hombre globo Chiharu le dijo: quizás en la constelación Crised, haya quien te devuelva por un día a tu ser amado Hiraku, si llevas un pedacito de tú corazón, a el hombre gusano kazuo, él lo regresara a la vida. Estrellita decidió no perder la esperanza y así lo hizo se convirtió en un rayo de luz y busco entre las hojas de la borrasca su amor eterno, aquel azul hombrecito de cristal que hoy yacio muerto. Viajando hasta a la constelación Crised, como se lo había dicho Chiharu.
Ella buscó a Kazuo el hombre gusano, con poder de viento y le dijo: e viajado por mil constelaciones, por mil mundos para devolverle la vida a mi único y pérfido amor Hiraku.: te suplicó me devuelvas aunque sea solo por un instante, al gran amor de mi vida, mi complemento, mí ser, mi alma, mi fugaz deseo. Y así terminar lo que me queda de existencia, dibujándolo por última vez en mi memoria con su recuerdo.
Un día el huracán k2, fue quien nos separo: tan lejos uno del otro, y en medio del camino nos encontramos una serie de tormentos, los pasos eran demasiado crueles. Una montaña de nieve, arrojo dardos y flechas, unos le dieron en el pecho, otros en el cuello y al tratar de saltar al abismo, salió entre las rocas un ser tan veloz como el viento y entre sus ondas se llevo al olvido todos mis recuerdos.
“Esta es mi historia…. Los años han llegado y las lágrimas que aun han brotado, se quedan calladas como ecos sonoros sin sonido….que daría yo por ser feliz algún día, por no llorar una lágrima más, devolver el tiempo, detenerlo, cambiarlo. He pensado nuevamente en regresar al ocaso, aquel que fue nuestro y hoy es prohibido. Cuanto daría hoy porque el dulce recuerdo de su figura ancestral no se borrara y así no perder el amor mío. Oh encanto de almas calladas que miran profundamente como el destello de mil constelaciones.”
Dejadme verlo por un instante, amarlo por última vez y esparcir su aroma por mi piel, por cada uno de mis poros, mirar la belleza de su alma a través de sus ojos, empaparme de sus besos, para que una gota del néctar de sus labios me de un hermoso hijo.
Después de escuchar su historia Kazuo, decidió cumplirle el deseo .Entre las aguas profundas, un alma casi ancestral apareció, titubeando entre la escarcha y el fango era Hiraku... Y Ella lo amo con toda la pasión, lo amo. Y en un suspiro melancólico lo vio partir y como una estrella fugaz, desaparecer. Pero hoy Estrellita en su vientre lleva un diamante puro y perplejo como la estrella más grande, el corazón del universo.
Popayán
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