jueves, 3 de noviembre de 2011

Nadie sabe que estás conmigo.


Nadie sabe que estás conmigo.          

Cuando pienso en el secreto mi ánimo se vuelve optimista. Hace unas horas te sentí en el lecho, sin poder resistirme a la caricia, porque el cuerpo se estremeció, no sé si lo advertiste, reivindicando la costumbre.
Cuando el silencio se vuelve categórico escucho la voz de los espíritus, y mi corazón se estremece, entonces pregunto:
-¿Estás aquí?
Y así paso los días, absorta en el sueño de tenerte, y a pesar de que he sanado y que la herida ya no sangra, me pregunto si seré capaz de resistir. En poco tiempo emprenderás el viaje y tu presencia será un recuerdo, y, como todas las viudas en este pueblo,  tendré que conformarme con la nostalgia de un pasado que tampoco es inmune al paso del tiempo.           
Si la muerte no pudo separarnos, el anhelo de que llegues y te acuestes a mi lado es razonable. La cama está tibia, en el velador dejé tus cosas y el pijama permanece donde siempre, para que nada parezca extraño y tengamos la ilusión de que todo ha sido un sueño.


DATOS DE LA AUTORA.
     Nombre: Michelle Souyet López. 

No hay comentarios: