jueves, 3 de noviembre de 2011

Ciudad


Ciudad

El se acerca a ella y con cada paso que da no piensa en nada, solo se deja llevar mientras ella mantiene esa sonrisa infinita en sus labios. El se detiene frente a su silueta  y tambien se detiene su corazon por un segundo. Por un segundo entra en los ojos de ella. Cuando logra salir regresan sus pensamientos y la razon de su encuentro brota de su boca. Sus manos estan tomando las  de ella.
No se cuantas nubes pasaron encima de ellos, no se cuantos autos pasaron por la calle que estaba cerca solo se que una lágrima rodo por su mejilla y en verdad se veia tan eterno su movimiento. Rodo por su alma.
Ahora es ella la que no piensa en nada, su corazon se detuvo por un segundo y mas. Negocia con su orgullo pero falla en el intento y de repente ya no es una sola lágrima. Irónico su  destino que el unico lugar donde se quiere refugiar son los brazos de él.
El extiende sus brazos hacia ella y la abraza. No es tan miserable despues de  todo, solo un poco.
Una paloma lucha en el viento y revolotea en el cielo azul. Los sonidos de los motores de los autos pasan tan rapido ignorando la escena.
Regresa de los rincones de su alma mojada y cae a la realidad. Sabe lo que tiene que hacer aunque por un momento lo duda  y es cuando aprovecha para mirarlo a los ojos por ultima vez con una pregunta inscrita en sus dos pupilas. Los ojos de el le responden agachando su cabeza. Lo que le falta de miserable le sobra en cobardia.
Una pregunta simple, una pregunta justa, una pregunta tonta pero al fin y al cabo ella la necesita aunque la respuesta no calme la inundación de sus mejillas. Masoquista tal vez como la paloma que lucha contra el fuerte viento hasta que se da cuenta que sin el viento no podria volar. 
La cobardia persistio y se mezclo con la mentira aunque ya no se cuan miserable  sea porque a penas ella lo escucho sus lágrimas se calmaron. Se regalaron una sonrisa sutil ambos.
El reloj siguio su andar, los autos siguieron su curso y la paloma aún seguia luchando en el aire. El continuo su camino y ella tuvo que esperar un poco para hacerlo.Hasta que la paloma finalmente tomo vuelo.

 AUTOR:
Nombres y Apellidos: Ericsson Javier Moreno Rodriguez

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