ERAN DOS ALMAS GEMELAS
El era un hombre increíble todo lo que imaginaba en su gran mundo lo materializaba, soñaba con encontrar su hermosa reina, pero cada vez que elegía a una mujer sonreía al mundo pretendiendo ser feliz pero su interior sabía la amargura que le postraba a una continua búsqueda, solo él sabía lo que andaba buscando y a pesar de estar rodeado de lujos, confort y riquezas; su corazón día a día se debilitaba porque su doncella en algún lugar del reino se encontraba desesperada por entregarle a su dueño todo el amor que había guardado por tanto tiempo para él. Sus ojos claros del color del cielo, su cabello casi desteñido por el tiempo, su piel reseca de tantos años de espera para ella, estaba enloqueciendo. Una mañana despertó y creyó haber escuchado el llamado de ella suplicante y temerosa por lo que le pudiese ocurrir y fue entonces cuando emprendió un largo camino internándose en lo más profundo de su reino, cruzó lagos, parques, selvas y de repente encontró una escuela allí se encontraba una profesora con su grupo de alumnos, todos reflejaban en su mirada ansiedad de conocer las maravillas que encontraban en su vida y allí estaba ella dispuesta a explicar y enseñar. El al acercarse un poco más a la puerta produjo un ruido fuerte con sus botas el cual invadió el recinto obligando a los niños y aquella bella mujer a dirigir sus miradas a aquella dirección, él sonríe e ingresa al salón sin perder la mirada de ella, se ubicó cerca al tablero y saludó a todos. Maravillado por aquella imagen se dirige sin saber nada de ella pero con la plena convicción que esta vez no se equivocaba era ella su reina le toma de la mano e inclina su cabeza para besar aquellas manos suaves como el terciopelo, sintió entonces que le conocía desde mucho antes y que muy seguramente era ella a quien toda su vida había anhelado encontrar.
Ella emocionada lo mira sin perder de vista sus ojos mientras aquel momento le roba el aliento y le permite dejar caer una lágrima de alegría porque solo ellos conocían el porqué sus cuerpos y almas se entrelazaban cada vez más a medida que aquel tiempo se detuvo y solo existían el uno para el otro.
Interrumpe Juan un niño de la clase y le pregunta a su profesora cual sería su siguiente lección, entonces Jazmín lo mira y dice: vamos todos al solar de la escuela, dedicaremos unos minutos adelantados a lo acostumbrado para jugar en la hora del recreo. Los niños gritaron contentos y se dispusieron a recrear sus corazones mientras Jazmín y aquel hombre disfrutaban el uno al otro con miradas llenas de felicidad, si solo yo pudiera haber sentido lo que aquellos enamorados estaban viviendo, es simplemente hermoso que dos almas gemelas se encontraran en un lugar y un momento que estaba ya señalado. Su nombre era Andrés, sentía tanta emoción, tanta felicidad que en lo único que se le ocurrió decir fue: eres muy hermosa, te anduve buscando por todo mi reino y cuando ya flaqueaban mis esperanzas y mi vida marchitaba como una flor sin agua apareces entonces de la nada para traer a mi vida la única razón por la que he vivido todo este tiempo, y esa razón eres tu mi bella reina. Jazmín se siente alagada por las palabras de Andrés, le pidió que la acompañara durante un tiempo para terminar con su labor y le hizo la promesa que una vez se finalizara su tiempo allí, regresaría con él a su reino y la desposaría como su amor el resto de su vida.
Andrés y Jazmín entonces inician una vida juntos cada día que pasan es un motivo más para vivir eternamente la FELICIDAD, ahora su hogar está adornado por cada pasillo con pequeños juguetes que utilizan su bellas hijas al momento que ellas quieran salir a los jardines del palacio a jugar. KATTI y JUANA son la bendición de aquel amor y la esperanza que su amor perdurará una ETERNIDAD.
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