viernes, 4 de noviembre de 2011


 EL JURAMENTO DE LOS CISNES.
No me olvidare de aquella historia interesante acerca de los cisnes, cuando me contaste que estos hermosos animales, una vez que hayan conocido a su pareja, simplemente no vuelven a buscar alguna y se comprometen con ella, hasta el punto de trascender más allá los límites de la vida, lo único que no sabía, era que esa historia reflejaría mi destino cuando decidiste compartir tu vida al lado de la mía,  pues como siempre ocurre, el amor llego a mi vida cuando menos lo esperaba, más curioso cuando ni siquiera lo estaba buscando, pero no pude hacer nada, llegaste tú, con esa sonrisa tan hermosa y especial capaz de curar el dolor más grande con la felicidad, con esos abrazos tan cálidos capaces de hacer olvidar el frio de la soledad, esas caricias tan suaves y tranquilizantes, que cualquier persona era capaz de caer dormido entre tus brazos, con esa mirada tan dulce, que reflejaba la dulzura y la ternura que se siente cuando se mira a un recién nacido mientras duerme, y claro está, ese cuerpo hermoso, en el que se podrían leer las sinfonías más exaltantes de la música inspiradas por los más grandes sentimientos de amor, así eras tú, tan hermosa, que habría que buscar nuevas palabras para poder describir tu belleza, pero lo que más me enamoraba de ti, era la forma en la que me tratabas, de cómo te preocupabas por mí, y de todos aquellos hermosos sentimientos que reflejabas hacia mí, de tu sincera amistad que me brindaste hasta el último día, sin dejar de ser nunca la esposa, con quien juré frente al altar amor eterno y sincero, amor que por primera vez, llenó todos los vacíos de mí vida, y que me acompañó en los caminos que marcaba mi destino, esos amplios y hermosos, pero también en los angostos y pedregosos, de esos fervorosos deseos de amor que nunca se vieron opacados por dudas o por tristeza, porque me enseñaste a amar, a querer y esperar, a sentir  y expresar, porque siento aún en el susurro del aire tus palabras cálidas que salen de tus rojos y carnosos labios, por todas estas razones y también por millones de éstas, que no quedan plasmadas en estas letras, fueron por las que me enamore de ti, por las que decidí vivir una aventura real y llena de amor y por primera vez darle vida a mi vida, sentirme vivo, y tener una razón más fuerte para cambiar quien era, me hiciste el mejor y nunca nadie borrara esa huella, de que todo lo que soy tienen un nombre propio, que se lo debo a alguien, que vio en mi mucho más que gusto y banalidad, vio errores e imperfecciones, pero no las vio solo como lo que son, sino como la oportunidad de regalarle al mundo una persona mejor, de dejar su nombre inmortalizado en la tierra a través de otro ser, nuestros momentos de risas y de llanto juntos, de descanso y de recorrido, de caídas y levantares, plasmaran siempre nuestra historia de amor y dejaran para el recuerdo de muchos una pareja feliz, un amor puro y sincero, un sentimiento palpable, mas que eso, la única y verdadera forma de amar, te amo y te amaré, y nunca te olvidaré, pero ahora pregunto llorando y mirando al cielo al cielo, echando un vistazo al hermoso recuerdo del pasado, porque te has ido, o mejor dicho, porque la mano poderosa ha decidido alejarte de mi lado, y dejarme solamente de consuelo el recuerdo de tu presencia, dejarme solamente lo que soy para de esa manera vivir por los dos y mantener viva tu imagen, para nunca olvidarte, para vivir atado al igual que  la historia de los cisnes, a ese pacto de amor que trasciende las fronteras de la muerte, que supera cualquier otra forma de querer, y que ahora en la soledad de mi casa te sigo amando, en los rincones y pasillos que en ella hay te sigo persiguiendo, y que hasta ahora en lo que soy y hago siguen viéndote a ti, no me arrepiento y nunca lo aré, sin embargo solo digo que donde quiera que estés, lleva siempre mi recuerdo como hago yo contigo y de esa manera espérame, espera que el tiempo haga lo mismo con migo, que me llegue la hora final de mi destino, y de ésta forma lograr alcanzar el sueño que un día nos juramos realizar, el de estar para siempre juntos, el de compartir para toda la eternidad nuestro amor, y al igual que los cisnes volar juntos, cobijarnos y refugiarnos bajo las largas alas del inmenso amor, o simplemente, nadar los dos en ese  estanque de amor, en esa inmensa y a la vez sencilla compañía tuya, bañados por  sentimientos, inmersos en esa única y verdadera  forma de amar.

autor
Diego Antonio Miguel Cifuentes Navas
Bogotá

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