AMOR ENFERMO
- ¡Estoy enamorado! – le digo a Cristian haciéndole un pequeño suspiro.
- ¿De quién? – me pregunto haciéndome un gesto extraño.
- ¡De Lina! – le digo – no sé que me paso, pero la estoy amando.
- Pero Alex, sabes que ella es una mujer de no confiar.
- Eso no importa, yo sé que ella también me quiere, aunque no me lo ha dicho, pero su mirada me lo dice todo.
- No se Alex, meda mala espina que se haga la difícil.
- De pronto cambio, ya no es la de antes... todos cambian a la medida que uno madura, en fin, voy hacer todo lo posible para que sea mi novia.
Le llevaba flores, la invitaba cine, le escribía cartas de amor, le dedicaba canciones, hacia todo para conquistarla. Fueron meses muy sufridas, soñaba que algún día me regalara un beso, es tan bonita, tan afable. No se imaginan lo que siento aquí adentro y sé que ella también siente lo mismo. A veces la siento muy distante, ella no es así, ella es la más alegre de toda la ciudad, muero por acariciarla, amarla y hacerla muy feliz.
- ¿Porque me esquivas cuando te hablo, dime qué te pasa, Lina?
- No me pasa nada, solo no quiero hablar contigo... por favor déjame en paz.
- ¿Porque?, déjate querer, sabes que daría todo por ti.
- No me digas eso, por favor vete... ya no quiero hablar contigo.
- Estoy sufriendo, me duele tu rechazo, Lina.
- No me hagas esto Alex, no me lo pongas más difícil...
- ¿Por qué no, dame una explicación?
- No te lo puedo decir... ¡vete!, y no me jodas más.
No soportaba que me rechazara, se fue rápidamente dejándome ahí, desolado... hablando conmigo mismo, sintiendo el desprecio, lo único que quería era una mirada de ella, con amor. Esta atracción hacia ella no la puedo controlar, me la imagino besándome, diciéndome que me ama, que daría la vida por mí. No sé qué hacer, ya hice todo lo posible para poder conquistarla, ya ni como, me la paso pensando en ella... repito su nombre una y otra vez.
- Quiero hablar contigo, Alex – me dice Lina con la voz queda.
- Ahora si quieres hablar conmigo, las vueltas que da la vida.
- Escúchame Alex, tu amigo Cristian me conto lo que estas sufriendo por mi culpa.
- Mi buen a migo Cristian, tan chismoso como siempre.
- No quiero que sufras más, entonces voy aceptar tu invitación pero primero tengo que decirte algo.
- Estas hablando en serio, por fin se me hizo... dime lo que quieras.
- Ahora no, ven a mi casa a las nueve y te lo diré, después de eso, ¡veremos qué pasa!
- ¡Puntualmente estaré ahí!
Fui al apartamento y empecé a cantar mientras me duchaba, nunca me había sentido tan feliz, me empezaba imaginar con sus besos tibios, mirándome con ternura, cogiéndome la mano y andar por las calles contando chuscadas, verla por siempre reír. Son las nueve y ya estaba listo, es una hermosa noche.
- Me eche el mejor perfume para ti – le digo a Lina invadido de alegría.
- ¡Qué bien! – me contesto fría.
- ¿Qué pasa, porque tienes esa cara?
- Yo te amo, pero no podemos estar juntos.
- No te entiendo...
- Lo siento Alex, debes saberlo y ya no sufrirás mas por mí.
Bajo la cabeza y luego la volvió a subir mirándome con ternura, lo que siempre soñé, pero poco a poco sus ojos se llenaron de lágrimas, empezó a mover sus labios y vi como temblaban, me acaricio el rostro...
- Que me quieres decir, ¡habla!, me asustas.
- ¡Tengo SIDA! – me dijo.
AUTOR: Yovani Tutinas
CIUDAD: Santander de Quilichao (Cauca