Su sonrisa falsa adornaba su rostro, su cabello negro, su piel blanca, sus alineados dientes la hacían ver perfecta no era miss universo tampoco era una angelina jolie era Ana la jovencita que se pasaba por el boulevard de enfrente
Bueno yo la llamaba Ana
Era tímida y vivía en la ausencia, nunca me veía, mi cuerpo era invisible ante ella hasta que una noche me acerque y se quiso marchar pero la retuve y le hable
- Hola
- -hola respondió , era seca pero aun así sentía amor por ella
Al menos era un hola ,. Un gran paso, pero se fue solo se fue. Todas las noches yo tenia una misma rutina , comer , subir las escaleras, internet pero la que mas vivía era asomarme a la ventana . Ana siempre estaba ahí , de manos cruzadas y mirada perdida
Un miércoles en la noche pase por el boulevard; Ana miraba el suelo sin encontrar un pavimento permanente. Al llegar puso su frente en alto y me atreví a besarla pero no fue nada termine del lado de su espalda
Sabía que era imposible , nunca sentiría nada , como iba a sentir si era una niña muerta o un fantasma . me marche a casa confundido , me encerre en mi cuarto y espere el dia siguiente . mi dia corria normalmente hasta las 11 hora en que me asome a ver a ana pero no estaba ahí fue comon estar en un desierto desolado . corri hasta el b boulevard y encontré un papel arrugado que decía “ sé que me amas pero yo no puedo , porque los muertos no sienten aun así te daré una oportunidad si es que nos encontramos en la otra vida
Por: Julio Cesar Madariaga Arce
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