CATEGORIA
TRES – TERCER PUESTO
VERANO DEL
97
Descansaba en mi habitación,
era uno de esos días en los que la soledad y demás aflicciones se juntan para
hacer de tu vida algo obscuro y lleno de tristeza. En medio de mi tristeza, no
había notado que llovía y pensé “pero estamos en verano”. Decidí salir de mi
casa, estando bajo la lluvia un par de lágrimas caían de mi rostro
confundiéndose con la lluvia. En medio de mi desolación se acercó un joven y me
preguntó si estaba bien, lo único que hice fue preguntarle ¿Quién eres? Sin decir palabra alguna e intentando ayudarme me
prestó su abrigo.
Después de un par de horas de
conversación me acompañó a mi casa, me comentaba que estudiaba al lado de mi
colegio y que ya me había visto un par de veces, me sugirió que si al día
siguiente nos podríamos encontrar a la salida, le respondí: claro, luego nos
despedimos sonriendo; ese día estaba ansiosa de esperarlo, al finalizar pensé:
ya es hora, lo esperé y nunca llegó. Al día siguiente al dirigirme al colegio
el viento susurró y pensé en él, sentí que él era el indicado, ciento
cosquilleos en mi abdomen, fue algo trascendental, pero no sé porque no iría a
recogerme, si lo veo no sabría cómo reaccionar, ¿qué haria? mejor esperaré si
me habla. Ahí viene, nos cruzamos un par de holas y se excusó, me contaba que
su madre estaba gravemente herida, de repente lo abracé, lloraba profundamente
y le dije: cuando me necesites ahí estaré.
Poco a poco nos fuimos
conociendo, empezamos una relación. Carlos
iba a mi casa cada dos días porque no lo dejaban salir, siempre me visitaba de
3:00pm a 6:00pm, aquel día 6 de julio del 97 que fue uno de los más terribles
de mi vida me dijo que no podría ir, ese día yo pasaba por el parque de su
barrio y lo vi con una joven cogidos de la mano, divisé y pensé ¿es Laura? Todo
se derrumbó dentro de mí, Carlos me alcanzó y le dije: aquel día triste
desperté por el ruido de la torrencial lluvia, el viento susurro y pensé en ti,
cuando el amor era ciego tú me hiciste ver, y pensé que estuviste enserio para
mí, Laura se acercó sin saber nada de lo que pasaba.
Laura
y yo Fernanda nos fuimos dialogando, me contó todo, nunca más lo volvimos a
saludar, mientras que yo solo recuerdo el ayer, caminando de la mano, me
acuerdo de él.
Ingrid
Tatiana Rengifo Carlosama
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