por: Marco Antonio Valencia
Felicitaciones a la Administración Municipal por el esfuerzo en la organización de las Fiestas de Pubenza. Pero… seguimos insistiendo, este Carnaval nuestro de cada año, no puede seguir siendo escuela de improvisaciones, teatro del vandalismo, suerte de desafueros, desperdicio de agua potable, pretexto para dañar el bien público, burla para los abuelos que reclaman respeto a sus derechos fundamentales, conflicto de vecinos, cosecha de embarazos indeseados, agosto de cacos, panteón de intoxicaciones, feria de accidentes. No señores, esto puede mejorar.
Este carnaval nuestro puede llegar a ser de interés turístico internacional, generadora de ingresos y bienestar, de exhibición de cultura, folclor y lúdica sana. Y los payaneses sabemos de eso, no es gratis tener en nuestra agenda anual eventos como la Semana Santa y un Festival Gastronómico en los referentes del turismo mundial, con reconocimiento de la Unesco.
Excelentes agrupaciones musicales con artistas de antología. Magnificas las carrozas. Bellísimas las reinas. Deslumbrantes los equinos. Excepcional el trabajo de los organizadores. Pero señores, poco de civismo se vio por allí. Y muy, pero muy poca cultura ciudadana a la hora de celebrar y compartir. Y que pena, pero hay que decirlo, es culpa de la administración municipal que tiene en su organigrama una Secretaria de Educación, una Coordinación de Cultura y una Junta pro Carnavales y durante todo el año no hacen nada, pero nada es nada… para enseñar a vivir un evento público.
Es cierto que los carnavales se inventaron para darle vía libre a los desafueros humanos y han sido pretexto para que afloren los bajos instintos del hombre; y para que la gente beba, fume, coma, se trabe, fornique y grite lo que le dé la gana antes de que lleguen los cuarenta días de la Cuaresma Cristiana que inicia el miércoles de ceniza y termina el Jueves Santo. Cuarenta días donde se debería tener abstinencia sexual y deberíamos dedicarnos a fortalecer nuestras creencias con reflexión, oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días para pedir perdón por los desafueros vividos en los carnavales porque “el que reza y empata”, será perdonado y llegará al cielo (jummmm!)
Pero los pueblos evolucionan, la civilización hace presencia y los días de energúmenos violadores enmascarados en las calles de pueblos de bárbaros en días de carnaval ya no son aceptables. Los desafueras cercanos al espíritu del bandido deben ser censurados y señalados.
Hoy en día los carnavales en el mundo son pretexto para que las alcaldías, los empresarios, los gremios económicos y los responsables del turismo fomenten además del goce y la fiesta, la economía de sus pueblos. Hace falta salir más allá de la piedra norte de Popayán para darse cuenta que existen carnavales exitosos, seguros, artísticos, cultos y generadores de divisas como en Barranquilla, Rio de Janeiro, Pasto, Venecia, Riosucio, Madrid, para citar tan solo algunos ejemplos.
Así como existe una Junta Pro Semana Santa y una Corporación Gastronómica trabajado todo el año, sería bueno la creación de una Junta Pro Carnavales de Pubenza de carácter mixto funcionando todo el año en pro de fomentar la cultura ciudadana para los eventos masivos de la ciudad cada año.
Ah, y es muy lamentable que los funcionarios públicos responsables de la cultura, el Acueducto y la seguridad, minimicen y desdeñen las justas quejas y los reclamos ciudadanos. Es de caballeros aceptar que hubo lunares y despropósito, y de profesionales indicar que se van a corregir.
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