¿Sabes que le pedí a DIOS? Que te cuidara!
El sonrió y me mostró sus manos, las cuales tenía cerradas y me mostró que dentro de ellas estabas TU! Me volvió a sonreir y me dijo:
"¿Qué crees que le pueda pasar si siempre está en mis manos"?
Le dije: gracias Señor porque esa persona que tienes entre tus manos es muy especial para mi.
El me miró y dulcemente me dijo:
"Si para ti es especial, imagínate para mi que soy su padre".
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